Dedico este poema a Barrio Obrero, Santurce, PR. Nací en Barrio Obrero y moriré en Barrio Obrero.

Barrio Obrero

Es la tarde muy corriente,
nada es particular,
las portones de las casas
abiertos de par en par.

Un viejo televisor
platica con la chinela
y el caldero de la estufa
le rechifla a la cazuela.

La página increpa al libro,
al cuaderno y al mantel
porque el lápiz enamora
a una goma en su papel.

Querencias de “Barrio Obrero”,
adormece la rutina,
horas vienen, horas van
y lo mismo se cocina.

Un periódico relata
noticias del interior,
el bote de la basura
es el único lector.

“Bruno”, el cantinero, sirve.
“Tati”, empina el aguardiente,
mis párpados se doblegan
de ver a la misma gente.

Perros flacos, realengos,
la calle pintan de oro.
De cemento es la esquina
donde husmean su tesoro.

Querencias de “Barrio Obrero”,
adormece la rutina,
horas vienen, horas van
y lo mismo se cocina.

Hace mucho icé las velas,
la ambición como equipaje.
-Adiós barrio, camaradas...
¡Hasta nunca!, voy de viaje-.

Refugio, los sueños son
del mundo que nos rodea,
ocultando en su reflejo
la calzada y la tarea.

Ya mis tiempos atardecen,
los días cambié por años.
Ya la espalda todo cobra,
son sesenta los peldaños.

Tu recuerdo es señor,
“Barrio Obrero” del ayer.
Mi utopía y desvarío
ojalá... te vuelva a ver.

por José Vidal – Pepín 2007 ©

Escríbeme a jvidal77@hotmail.com

Gracias por visitarme.

 

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