Pecado y pasión

Mi estuario músculo calcó la estela
con galopes de rápidos jinetes,
luego, remansos, sudorosos fuetes;
estuche de un bordón sin la franela.

Prendida noche, femoral tapiz,
arteria socarrona del estaño,
exudas zumos, un vaivén feliz,
descubres la quietud del suave paño.

Entona la guadaña su erupción,
engendro de tormenta magistral.
Soy ardid hundido en la ilusión
y desnudo filántropo craneal.

José Vidal – Pepín 2007 ©

email: jvidal77@hotmail.com

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