Pintar

Partí un día de tu vida
por la senda sin regreso.
Llevé de ti, sin saber,
el corazón de recuerdo.

Como lumbre del camino
a tu amor robé un lucero,
esa luz de la mirada
que acompaña mis desvelos.

Puerto Nuevo odió mis labios,
la tarde aspiró el aliento,
y mi orgullo adolescente
a tu amor mató los sueños.

El pincel calló en la mano,
de blanco vestí tu lienzo,
al marco de la añoranza
de un tirón lo dejé quedo.

Ese paño debe estar,
de acuarelas, desierto,
de los polvos centinela
en algún rincón sin versos.

Manecilla sin reposo,
que ves el correr del tiempo,
no le dejes a la suerte
encontrarme con el lienzo.

En el dibujar quisiera
éste corazón que llevo
y devolver a unos ojos
esa luz que robé de ellos.

Tintero, si de tu musa,
al escritor dejas pleno.
Dime al menos cómo pinto
a mi amada lo que siento.

Que al final de la jornada
no se quede en el secreto
lo que mis labios callaron
esa tarde en Puerto Nuevo.

En cada obra se articula
del compositor su anhelo
y de ellos entenderás
cuando el vino sea espeso.

Autor soy de la pintura
y a los pies firmado dejo:
Perdóname, de apellido,
por nombre, -Aún Te Quiero.-

José Vidal - Pepín 2007 ©