Aún recuerdo, quién lo iba a pensar,
llega la muerte, vaya Dios a saber
si acaba el río donde comienza el mar
o si el mar es río de mi padecer.
Ya se apagan los cirios del caminar,
ausente del alma, que puedo perder,
si a ti no puedo ni en mis sueños llegar,
la muerte espero, si me ansía tener.